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Una estudiante de secundaria murió tras pelear con una compañera

Norma Lizbeth Ramos, de 14 años, era alumna de tercer año en la Escuela Secundaria No. 518 Anexa a la Normal de Teotihuacán, Estado de México, ubicada en la comunidad de San Juan Teotihuacán, en la región de las pirámides.

En el plantel, según los testimonios de su familia, era acosada constantemente por sus compañeros y compañeras. El bullying que recibía llegó a tal punto que Norma ya no quería volver a la institución.

El 21 de febrero de 2023, otra estudiante la citó para una pelea a golpes antes de iniciar las clases del turno vespertino. Norma aceptó acudir al enfrentamiento, pues tenía la intención de acabar, de una vez por todas, con el bullying en su contra.

Aquel día, varios estudiantes llegaron al punto en donde Norma y su compañera, cuya identidad se ha mantenido resguardada, protagonizaron la riña. En redes sociales circularon imágenes que mostraron algunos segundos del combate.

El resto de jóvenes se limitó a grabar los golpes, reírse y hacer bullicio, pero nadie intento separarlas. De acuerdo con reportes de El Universal, la pelea terminó cuando llegó una patrulla de la policía local. Cuando la situación se apaciguó, algunos vecinos ayudaron a Norma a limpiarse la sangre que le salía de la nariz. Minutos más tarde, llegaron elementos de Protección Civil.

Tras una primera revisión, el personal médico decidió tomarle una radiografía a la joven, la cual reveló que tenía la nariz fracturada. Tanto Norma como su compañera fueron sancionadas por las autoridades del plantel y les dieron una suspensión de un mes. Se decidió, además, que los gastos de atención médica debían ser cubiertos, en partes iguales, por las familias de las estudiantes.

Norma Lizbeth permaneció en casa durante las semanas siguientes a la pelea. En primera instancia, parecía que el único daño que había recibido era la fractura de su nariz.

Sin embargo, acorde con testimonios de Alma Delia Ramos —hermana mayor de Norma— a principios de marzo su estado de salud decayó, comenzó a sentir náuseas y perdió la conciencia en múltiples ocasiones. Las secuelas de la pelea siguieron hasta que, finalmente, la menor se desmayó y no volvió a despertar.